lucas della torre.
sociología + investigación + datos
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¿Qué pasa con el consumo en la Argentina cuando la inflación sube o baja?
Más allá de las fluctuaciones estadísticas y los vaivenes macroeconómicos, parece existir un patrón de comportamiento que se repite: ante determinados contextos económicos, los consumidores argentinos ajustan sus decisiones de compra de manera predecible.
Este artículo propone una hipótesis: la economía argentina oscila entre dos escenarios distintos de consumo, donde la inflación, el poder adquisitivo y los precios en dólares condicionan qué se compra, cuándo y por qué.
📈 Escenario 1: Alta inflación, consumo masivo en alza
Cuando la inflación se dispara, muchos consumidores actúan con lógica defensiva. Anticipan subas de precios, adelantan compras y “se stockean” en supermercados, mayoristas y farmacias. Es una conducta que responde a una percepción de pérdida de poder adquisitivo: si el dinero va a valer menos mañana, mejor usarlo hoy.
En estos contextos, el consumo masivo —alimentos, productos de limpieza, higiene personal, entre otros— suele crecer o, al menos, resistir la caída. No se trata necesariamente de una mejora del poder de compra, sino de una carrera para ganarle a los aumentos. Esta dinámica se da especialmente en sectores medios y bajos, donde los ingresos se destinan en mayor medida a bienes esenciales.
💸 Escenario 2: Inflación baja, consumo masivo en baja y auge de bienes durables
Curiosamente, cuando la inflación comienza a desacelerarse y los precios se estabilizan en niveles altos —sobre todo en dólares—, el consumo masivo puede caer. En parte, porque los consumidores ya no sienten urgencia por adelantar compras, y en parte porque los precios se vuelven menos accesibles en relación con los salarios, que vienen perdiendo poder de compra.
Al mismo tiempo, en estos escenarios suele crecer el consumo de bienes durables: electrodomésticos, autos, tecnología, viajes. Aparecen las cuotas, el dólar se estabiliza, y muchos ven una oportunidad para “resguardar valor” comprando cosas que van a durar más que el peso. Es un consumo menos cotidiano, pero que dice mucho sobre las expectativas económicas.
🔁 Un ciclo que se repite
La hipótesis central es que la economía argentina oscila entre estos dos patrones:
Lejos de ser excluyentes, estos dos patrones forman parte de un ciclo que se retroalimenta. La percepción del futuro —más que los indicadores técnicos— es la que termina moldeando las decisiones de consumo.
🎯 ¿Por qué importa esto?
Comprender estas dinámicas es clave para quienes trabajan en marketing, investigación de mercados, análisis económico y diseño de políticas públicas. No se trata solo de medir cuánto se consume, sino de entender cómo y por qué cambia el consumo según el contexto.
Si esta hipótesis se confirma, nos invita a repensar las estrategias de ventas, segmentación y oferta de productos en función del escenario inflacionario predominante. En otras palabras, obliga a mirar menos los promedios y más el comportamiento.